Nervios a flor de piel

Bueno, está ya llegando el día, y aún no me lo acabo de creer.
Han sido unos meses de mucha tensión y espera, sobre lo que iba a pasar... Si se iba a hacer.
Finalmente, gané la batalla, y me voy. Evidentemente, tuve que usar capitulaciones, pues mi ejército era demasiado débil para luchar, pero con las capitulaciones mútuas he salido vencedor.
(Perdonad la metáfora...)

Es cierto que todo el proceso se ha llevado con mucha rapidez, más de la que me gustaría, y es cierto que todavía hay algunos aspectos que me gustaría aclarar, pero más o menos está todo bien.
Lo importante es que el avión sale en doce días. ¡Doce míseros días! Serán los más largos, después de llevar ya desde poco después de Hanuká (o Navidad, caen más o menos a la vez) luchando (como en su día lo hicieron los católicos contra los protestantes) con el tema.

De mientras, esperando para irme a Irlanda, intento arreglar otro asunto, que quiero dejar claro en estos días. Es hora de mojarse. Ya os contaré (con otra metáfora, evidentemente) lo que pase.

Espero que os vaya todo bien.

Comments

Post a Comment

Popular Posts